sábado, 1 de octubre de 2011

Quédate conmigo.

-No te vallas. Quédate conmigo.
+¿Por qué? No tiene sentido. Yo te quiero, tú no. No hay más qué hablar.Me voy, para no volver.
-¡No! Quédate. No me imagino sin ti. No se lo qué haría. No te vallas, por favor.
+Pero solo me vas a hacer daño con eso. Quiero irme, ¿y qué mas da? No estarás esperando para cuando vuelva.
-¡Sí!
+¿Qué?
-¡Qué sí!Que te quiero. Te quiero como nunca creía que se podía querer a alguien. Te quiero como nunca antes ninguna persona había querido a otro. Te quiero, sí, y te quiero ¡mucho!
+¿Por qué no me lo habías dicho antes? Todo hubiera sido más fácil.
-Porque no sabía qué te quería hasta ahora qué casi te vas. Porque hay veces que no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.
+Te quiero. No lo voy a negar.Pero me he cansado de juegos. Unas veces me dices que me quieres otras que no te importa que me valla si eso va ha hacerme feliz. No te entiendo. Me voy. Y me voy, ahora lo sé de verdad, para no volver. Porque tal vez, simplemente, no quiera. Y porque, como has dicho, ya me has perdido.



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