sábado, 15 de octubre de 2011

Eres esa cicatriz.

Eso. Tú eres eso.
Me da dolor de cabeza solo de intentar RECORDARTE. Porque eres eso, un recuerdo.
Un recuerdo como una foto guardada en el móvil o un simple mensaje de texto.
Los recuerdos poco a poco se olvidan, se van de tu mente, pero tu no; tu no. Eres como esa pequeña cicatriz que me hice con 5 o 6 años en el dedo gordo de la mano, que ya no se va; ni con jabón, ni raspando con la esponja ni con nada...
Pero en esta historia hay algo que cambia: cuando llegaste yo no tenía 5 o 6 años, tenía 13; la cicatriz no la dejaste en el dedo gordo de la mano, sino dentro de mi; el jabón y la esponja se han convertido en otros chicos, otros besos... pero aun así, hay algo que no cambia: esa cicatriz que dejaste, al igual que la de mi dedo, ya no se va a ir ni con mil jabones distintos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario